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Para las personas que se acercan a la plaza por primera vez, o para quienes aún no estén muy familiarizados con la ortodoxia taurina, El Paseillo es el primer «choque visual» del espectador con los toreros, sus cuadrillas, alguacilillos y demás empleados de la plaza como son los monosabios ( quienes asisten a los picadores en el tercio de varas) o los areneros.

Se considera todo un rito, como casi todo lo que el arte del toreo conlleva, con su historia, razón de ser y orden. Vamos a explicárselo ahora mismo.

Esta ceremonia de salida de las cuadrillas en la antigüedad se denominaba «Despejo», y el término deja bien claro cuál era su propósito: despejar  los aficionados que en la arena se encontraban y que, al toque del clarín, salían de ésta rápidamente para protegerse del eminente inicio  de la lidia del toro.

Hoy en día obviamente no es este el caso. Todo el mundo se encuentra ( o así debería ser, ya me entienden) sentados en sus localidades cuando un alegre pasodoble da comienzo al Paseillo. Por delante marchan los alguacilillos montados en sus caballos y tras ellos las cuadrillas.

El orden y posicionamiento viene marcado por la antigüedad del diestro, que no es su edad sino la fecha en que tomó la alternativa. Los tres matadores ocupan la primera línea. Desde el punta de vista de los propios toreros a la izquierda irá el más antiguo, en el centro el más «moderno» y a la derecha el otro diestro.  Desde el punto de vista del espectador ( visión frontal), el más antiguo irá a su derecha, el centro no varía e izquierda el  «mediano». Detrás de ellos marchan sus cuadrillas con los hombres de plata, entre ellos los banderilleros y dos picadores por matador, respetando igualmente el criterio marcado por la antigüedad del torero al que asisten y por la suya propia.

Todos ellos se saludan mutuamente deseándose suerte e inician la marcha hacia las tablas en la zona donde se halla el palco de presidencia. Saludan al presidente y éste de incorpora para devolver el saludo. Si por ejemplo ustedes acuden a la plaza de toros de Bilbao verán como D. Matías González hace ese saludo y arroja al o a la alguacil la llave de la puerta de toriles. El alguacil se descubre e intenta que dicha llave caiga al interior  de su sombreo. Ya en su mano es entregada al encargado de abrir la puerta por donde aparecerá el toro y con ello ya se inicia la lidia.

Como dato curioso alguna vez podrán ver que alguno de los matadores lleva su montera en la mano y no en la cabeza. esto indica que es la primera vez que actúa en dicha plaza como matador y se hace a modo  de respeto. Aquí tienen una foto con los 3 toreros noveles en la primera de a pie de las corridas generales de la Aste Nagusia 2015.

Les dejo con una «modernidad»…el Paseillo a vista de Dron

FIRMADO POR «GUIZANCHO» Y RAMÓN GONZÁLEZ, VICEPRESIDENTE DEL EXCMO. CLUB TAURINO DE BILBAO.