Domingo López Chávez: «Me retiré en mi mejor momento. No es un hasta luego, es un adiós»*
La sede del Excmo Club Taurino de Bilbao se llenó hasta la bandera para vivir un interesante coloquio con el diestro Salmantino Domingo López Chávez.
En un extenso recorrido por la vida personal y profesional del invitado a cargo de los junteros del Excmo Club Paula González y Gabriel Rodrigo pudimos disfrutar de la humanidad del Maestro de Ledesma, cuyos paisanos siempre han sido un motor para él a lo largo de su carrera de 30 años.
El joven Domingo tras finalizar la EGB, y de gran tradición ganadera familiar ,tuvo que dejar su pueblo para seguir sus estudios en Salamanca. Allí quiso aprender a dar unos pases para poder torear unas becerritas al volver a su pueblo. Pero el «veneno» de la tauromaquia entró en su cuerpo para no salir nunca más de él.
Anécdotas varias, como ese descabello hecho con un sommier, o el día de su alternativa en la que fue apadrinado por Joselito con Ponce como testigo y la impresión que le causó al verles en el callejón.
También vivimos momentos emotivos como cuando el diestro se despedía de sus hijos dándoles un abrazo sin saber si sería el último, o la ausencia de su padre por enfermedad en su despedida en Salamanca dando sus pases a un toro entre lágrimas de emoción.
Destacó la importancia de Bilbao y su despedida de las Corridas Generales en una tarde lluviosa con el Albero enfangado y con los Toros de Dolores Aguirre.
Al final del acto se le entregó el premio al mejor traje de las pasadas Corridas Generales, cuyo bordado fue diseñado en un vuelo de vuelta de su periplo americano.