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En un emotivo discurso el presidente saliente, D. Daniel Gómez, renunciaba a continuar en la carrera por la presidencia del Excmo. Club Taurino de Bilbao. Aprovechaba su intervención  para despedirse de los socios que allí se dieron cita y pidió el apoyo de todos al nuevo presidente, D. Javier Larena.

Hoy os hacemos llegar su Carta de Despedida.

Daniel Gómez Garay

En Bilbao, a 1 de Febrero de 2016

Queridos socios y socias: Transcurridos unos días desde que tomé la decisión de no concurrir a las elecciones a la Presidencia del Club, y ya con más tranquilidad y sosiego, quiero dirigiros unas palabras de despedida, tras más de ocho años en el cargo. Por supuesto, es una despedida relativa, puesto que aunque no renuevo mi cargo de Presidente, siempre seré socio de nuestro querido Club, y apoyaré a sus dirigentes en todo lo que pueda, con el único objetivo de que «nuestra joyita», como yo siempre le he llamado, esté en el sitio que le corresponde. Ha sido una decisión difícil, pero bien meditada y creo sinceramente que acertada. Para mí ha sido un auténtico honor y un verdadero placer poder representar a nuestro Club durante todos estos años. Habré tenido mis aciertos y mis errores, pero nunca dudéis que todo lo que he hecho, ha sido con la mejor intención y siempre pensando en el bien del Club. He sentido vuestro apoyo constante a lo largo de todos estos años, y especialmente en las últimas semanas, pero como todas las cosas en la vida, tienen un principio y un final, y en un momento dado llegué a la convicción de que la retirada de mi candidatura era lo más conveniente. Lo más conveniente para mi personalmente, porque la verdad es que el cargo requiere mucho esfuerzo, sacrificio y dedicación, y quizás ha llegado el momento de dedicar ese tiempo a mis seres queridos, y lo más conveniente también para el Club, para evitar una fractura de la masa social que inevitablemente se estaba produciendo al existir dos candidatos, Por eso, considero que mi retirada, para posibilitar una transición natural y ordenada, ha sido mi último servicio al Club, y una muestra evidente de que lo llevo en el corazón. Espero no haber defraudado a tantos y tantos socios que me prestaron su apoyo y me animaron a que continuara, y estoy seguro que comprenderán y aceptarán mi decisión. No hay vencedores ni vencidos, solo hay un ganador: el Excmo. Club Taurino. Os quiero pedir un último favor, y es que apoyéis en todo a la actual funta Directiva, porque su éxito, del que seré el primero en alegrarme, será el éxito del Club. Es una funta joven y muy preparada, la mayoría de sus componentes han sido en otras etapas miembros de mi directiva, e incluso favier Larena ha sido hasta el último momento mi vicepresidente. Siempre le consideré mi sucesor natural, es Daniel Gómez Garay una persona cualificada, profesional, y amante del mundo taurino, cuenta con todo mi apoyo, y tal y como le he trasmitido, con mi ayuda en todo cuanto necesite. Quiero tener un recuerdo especial para todos y cada una de las personas que a lo largo de estos ocho años han compartido conmigo las distintas funtas Directivas que se han ido conformando y que han trabaiando conmigo codo con codo en la defensa de nuestra común afición; para los miembros de Ia funta Administrativa a los que hay que apoyar puesto que su tarea es ciertamente complicada y no se reconoce suficientemente; para todos los representantes de las distintas Peñas a las que siempre he intentado ayudar con mi presencia en los actos que con mucho esfuerzo organizaban; cómo no, para Don Pepe Pérez, mi antecesor en el cargo, de quien aprendí más que a ser un buen Presidente, a ser una buena persona; y en definitiva, para todos y cada uno de vosotros queridos socios y socias del Excmo. Club Taurino, por estar ahí, y por defender esta afición que nos debe unir cada vez más frente a las nuevas modas y corrientes antitaurinas’ Unión. Es la palabra que más veces me habréis oído repetir en los últimos tiempos. Permanezcamos unidos porque el enemigo no está dentro, sino fuera, y lo peor que nos puede pasar, es que entre nosotros mismos perdamos fuerza en luchas internas. Por eso yo no me marcho, ni me marcharé jamás de mi queridísimo Club, dejo de ser Presidente, porque los cargos pasan, pero el sentimiento perdura, y es eterno; y de la misma forma, las personas inevitablemente pasamos por la vida, por la institución permanece, y la nuestra está ya próxima a cumplir los 90 años. Luchemos juntos para que siga gozando de excelente salud, y que nuestros hijos, y nuestros nietos, puedan estar orgullosos de seguir perteneciendo a ella. Ya no soy vuestro Presidente, pero siempre podréis contar conmigo como amigo y como socio. Por eso os decía al inicio, que realmente esto no es una despedida, no es un adiós, sino un hasta siemPre. Un fuerte abrazo para todos,

Fdo. Daniel Gómez Garay